En incontables ocasiones hemos escuchado, presenciado o tal vez incluso sufrido ese momento en el que una organización abandona el script al que nos tenía acostumbrados, y comienza a trastabillar con la emisión de ese reporte, presenta demoras en la respuesta a correos rutinarios o en casos más graves, dejamos de tener noticias de ella como si repentinamente hubiera cerrado su operación.
Las manifestaciones pueden ser mucho más variadas y el impacto de cada una podría suponerse que dependerá del tamaño de la empresa, sin embargo en este tema el tamaño no importa (…). En realidad más importante será, lo bien preparada y estructurada que se encuentre la organización en lo que a procesos documentados, es decir procedimientos se refiere.
Algunas que incluso cuentan con un plan de continuidad del negocio (concepto que tal vez debería ampliarse al Recurso Humano), pueden encontrarse poco preparadas para el huracán que se avecina cuando, personal clave abandona la empresa y no se cuenta con estos elementos documentales,.
Nadie es indispensable, esto es una realidad, y si bien es sabido que hay una lista de candidatos alzando la mano para cubrir cualquier vacante, el tema es cuánto tiempo tomará regresar al punto en que se encontraba la organización, previo al abandono sufrido; pues es ahí donde jugarán un papel trascendental los procedimientos que se encuentren documentados en la organización.
Es claro que éstos no sustituirán el compromiso, orden, puntualidad y las virtudes de quien se fue, pero podemos asegurar que serán un elemento clave para la continuidad operativa, al proporcionar una guía de actuación para otros colaboradores que seguramente tendrán que cubrir temporalmente esas funciones. Y más aún en la curva de aprendizaje de quien llega a tomar el cargo, pero que con este apoyo tendrá mucha mayor probabilidad de cerrar la brecha en menor tiempo y disminuir las repercusiones que tantas ocasiones hemos visto a tantos sufrir.
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